miércoles, 16 de enero de 2013

De leyenda a leyenda


Solo han pasado unos meses, pero el fútbol no se podía permitir estar más tiempo sin él, ni él sin el fútbol. Todos lo habían elegido, pero él no había elegido nadie… hasta hace poco. Pep Guardiola ha escogido destino, el Bayern de Munich. El club germano y el técnico catalán, han llegado a un acuerdo para las tres próximas temporadas, empezando el acuerdo a partir de junio. Desde Inglaterra o Italia lo han intentado por activa y por pasiva, los destinos que se esperaban eran Chelsea o City, pero las "petrolibras" no han sido suficientes, ni ellas, ni los de París, ni nadie. 

Solo un mito como es el Bayern, una directiva formada por formidables ex-futbolistas conocedores de la profesión, una cantera bien formada, una plantilla de primer nivel, una economía saneada con la que afrontar los fichajes y sobretodo una Bundesliga renovada, que nada tiene que ver con la de hace unos años ni con la actual liga española, han decantado la balanza a favor de los bávaros. Comentan que Pep ha tenido en cuenta a su familia y su futuro, y que pensaba que no había mejor país que Alemania para construir un proyecto, familiar y deportivo. El Bayern de Munich ha sido el afortunado, aún no se lo creen, ni en Munich ni en el resto de Alemania, su llegada puede suponer un punto de inflexión, allí estará puesta la mira de todo el fútbol europeo... un megaproyecto se está dilucidando y muchos sueñan con la quinta Champions (otros sueñan con la décima)...

Pep lo ganó todo con el Barça, entró en los anales de la historia del fútbol y del deporte, algunos pensarán que con tales planteles cualquiera podría lograr esos éxitos, pero él se ha ganado el derecho de disfrutar de esa facilidad, ese privilegio. Esta es su segunda oportunidad para seguir maravillando al mundo del fútbol con ese estilo de juego, su reválida para demostrar la pasta de la que está hecho, si es que no nos los ha demostrado ya. Un club, un entrenador, se juntan dos leyendas, y no puedo esperar para ver el resultado de esa unión, ni yo ni nadie.

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