jueves, 10 de abril de 2014

Porque de nuevo somos 3

Jesso García

No podíamos imaginarlo hace nada, y de repente todo cambió. Parece 1996, 2000 o en su defecto 2004. La Champions League se convirtió en una espectadora de lujo de un hecho que en España ya veníamos tiempo observando y que finalmente ha acabado por confirmarse: se acabó el binomio, ya no somos uno u otro, ahora hay alguien más y no solo en España. Bienvenidos a la liga de los 3 grandes, sí, porque ahora son 3. ¡Cómo se echaba de menos! (al Valencia, al Super Depor, al Submarino Amarillo...) La última vez que un equipo español protagonizó una presencia en las semifinales de la Champions (que no fuera Madrid o Barça), no fue otro que el Villarreal de Riquelme, allá por 2006, que de no haber fallado aquel fatídico penalti ante el Arsenal... Uff ¿Quién sabe? Y por fin, cuando parecía que la distancia que el dinero está produciendo entre unos y otros se iba a convertir en insalvable, ocurrió, vaya si ocurrió. Y voy a decirlo, por más que nos pese, culés y merengues, los hombres del "Cholo" han devuelto al fútbol español esa chispa que había perdido, ¿por qué? Motivos sobran:

- La Liga no se decidirá hasta la última jornada. Con el Atlético líder con 79 puntos, el Barcelona segundo con 78 y el Madrid a continuación con 76 (y el gol-average particular perdido), cada uno de las 6 jornadas que quedan y los 18 puntos en juego, harán de lo que queda de campeonato un auténtico espectáculo, y más teniendo en cuenta que la última jornada es un Barça-Atlético. Vuelve a haber una razón por la que ver el fútbol cada fin de semana.

- Ver al merengues y colchoneros en semifinales de la Champions supone que el bombo de este viernes tenga un morbo incalculable. El Real Madrid puede verse las caras con Mourinho para acallar su soberbia. Con el máximo favorito de la competición, el Bayern de un Guardiola que aún es recordado en el Bernabéu como uno de los mayores rivales que se hayan tenido en toda la historia. O con el Atlético, el equipo vecino venido a más, al que quieren infligir el daño que los mismos colchoneros les infligieron quitándole la Copa del Rey en el mismísimo Bernabéu la temporada pasada. Si nos situamos en la visión atlética es recordar que vuelven a estar en una semifinal de Copa de Europa 40 años después, y después de todo este tiempo hay mucho que vengarle al Bayern, el equipo que les privó de conquistar la única Champions que rozaron con la punta de los labios. Enfrentarse al Chelsea supondría volver a ver al Niño en el Calderón, ver a Mourinho vestido de azul, pero con el recuerdo blanco. Y que el Madrid tocara en el bombo... pues ya saben lo que opinan los atléticos, la apoteosis.

- Y por último la final de la Copa del Rey, territorio que servirá para recrear una de las mejores finales vividas en los últimos años, aquella mítica de 2011 que supuso el primer título de Mourinho, y como no, ante el Barça. Se repite escenario, Mestalla, pero las situaciones se han revertido por completo. El Barça se juega el honor, salvar la temporada con un título que sabrá a mucho menos, pero el cual necesitan conseguir. Los blancos solo piensan en terminar de dar la estocada definitiva a su rival para conquistar su segunda Copa del Rey en más de 20 años.

El Atleti quiere zanjar la polémica, demostrar que las pupas ya no duelen, sino que les han hecho más fuertes, quieren rematar la faena, volver a ser el equipo de España y de Europa. ¿Los medios que le han llevado hasta aquí? Este Atlético no es el Barcelona de Guardiola ni el Madrid de Zidane, su fuerza se ha encontrado en la unión, en el bloque. Su juego no enamora, porque no está pensado para eso. Una afición acostumbrada a la derrota saborea el éxito de una manera radicalmente diferente a la de un Barça o un Madrid. Para el Atlético el Kharma existe, y parece que este año más fuerte que nunca.

En can Barça hay dolor, dolor porque el mayor de los proyectos deportivos de todos los tiempos, el Barcelona de los 6 títulos, el que muchos consideran el mejor equipo de toda la historia, está llegando a un final que nunca pensamos que pudiera llegar. Hay escozor, porque los ciclos se acaban y este ciclo se está acabando , pero una ideología, una forma de juego y de pensamiento, una filosofía nunca muere, y algún día volverán. Tienen razones para cambiar su suerte de aquí a mayo: Puyol, el eterno capitán se va, Valdés también, el grupo que creció y se hizo eterno no puede morir así. Iniesta y Messi solo son dioses...vestidos de hombres. El Barça tiene mucho que decir aún en el tramo final de temporada, aunque Europa ya no será testigo de ello.

¿Y el Madrid? La temporada no ha sido un camino de rosas, llegados a este punto da la impresión que los de Ancelotti no han sido capaces de aguantar la presión en las grandes citas, la irregularidad ha sido una constante durante toda la temporada, y aún así ahí están: finalistas de Copa, semifinalistas de Champions y a 3 puntos del líder en la Liga. El madridismo quiere pensar que el triplete es posible, que 12 años son muchos y ya es hora de demostrar que Europa es su territorio, que el hambre voraz de Cristiano puede con todo, que Casillas volverá a ser el santo una vez más, que este equipo ya ha escarmentado demasiado, que ha llegado la hora de la verdad y los Ramos, Xabi Alonso, Modric, Di María, Benzema y sobre todo, y de nuevo Cristiano, están listos... para todo.

Los finales épicos siempre son los más recordados, y que nadie pierda ojo, porque esta temporada tiene todos los ingredientes para ser una de las más grandes para el fútbol español, los motivos ya los saben. Bendito Atleti, bendito Barça y bendito Madrid, sí, porque de nuevo somos 3.


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