miércoles, 8 de agosto de 2012

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La vida necesita de vez en cuando, detenerse, observar a nuestro alrededor, observar para aprender, aprender para no errar, y en caso de hacerlo, volver a detenerse. Es un círculo que se repite a lo largo de nuestras vidas. Vivimos una época en la que hace mucha falta detenerse a observar. El futuro que nos espera no nos anima, y nos lleva incluso al desánimo, a pensar por momentos que no vale la pena esforzarse por una vida mediocre. Pero la vida mediocre es aquella vacía de intereses, de reivindicaciones por aquello que queremos, por aquello justo. Yo me detuve, 1 año, pero hoy vuelvo y retomo esto que para mi va más allá de un simple hobbie, aquello a lo que me quiero dedicar, y sé seguro que será mi futura profesión. Porque hay que detenerse, sí, pero para después despertar... y actuar. Hola de nuevo, un placer andar por aquí.

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