miércoles, 20 de octubre de 2010

Saturación informativa... con motivo

Llegamos a la 8ª jornada de liga, recién acabada 3ª de Champions, 1º eliminatoria de copa del Rey aproximandose... No falta mucho para el fin del primer tercio de temporada, y las cosas van cuadrando, o no, dependiendo de quien mire la situación.El Madrid no enamora, pero gana. Recupera poco a poco un prestigio ya perdido hace tiempo en aquel que siempre fue su campo de batalla favorito: la Champions League. Bien es cierto que su grupo, y a pesar de lo que significa el nombre de cada uno de sus rivales, no es para echarse a temblar, pero ni el Ajax, ni mucho menos el Milán, dejan de ser las instituciones que en su día fueron. Solo que ahora, sus nombres no suenan tan fieros. El Auxerre… bueno, es el Auxerre.
Sinceramente, pienso que muchos aficionados al deporte, entre los que estoy seguro, se incluyen muchos madridistas, aborrecen ya esa saturación informativa que ofrecen los medios de comunicación de un tal Mourinho, pero creo, sin duda, que todo este reconocimiento no es casual, es merecido, y además, que aquí puede radicar el cambio del año en el fútbol europeo.
El todopoderoso Barcelona, un equipo que ha puesto en duda la cúspide histórica del fútbol, que ha sido comparado a la naranja mecánica de Cruyff, a la Verdeamarela de Pelé, o a la Albiceleste de Maradona… ese equipo que ha difundido un estilo de juego, una filosofía de club histórica… llega a un momento complicado, tras llegar a la excelencia futbolística, y hay que mantenerse ahí, reciclarse, o desaparecer para volver a erigirse. El Real Madrid y ha tenido que hacerlo, al menos 7 veces, en los últimos 7 años, probando con todo tipo de remedios… cambios de entrenador (Queiroz, Camacho, García Remón, Luxemburgo, López Caro, Capello, Bernd Schuster, Pellegrini), continuo movimiento de futbolistas (Robinho, Cicinho, Baptista, Emerson, Samuel, Guti, Raúl, Figo, Zidane, Roberto Carlos, Gago), pero pareció que la vuelta del mesías, Florentino, con unos pocos panes debajo del brazo, devolverían la magia a Chamartín. Sin embargo, la primera temporada nada fue lo que se esperaba. Ahora llega el momento clave. Toma el mando aquel hombre que persigue el sueño de conquistar las 3 grandes ligas del viejo continente, y conquistar para la diosa Cibeles, su 3º copa de Europa, para afianzarse en el trono de mejor entrenador del mundo. Sería una locura asegurar un resultado deportivo para final de temporada, pero gracias a este hombre, los aficionados del Real Madrid se pueden sentir algo más orgullosos de su equipo, que en los últimos 7 años.

Cuanto se echaba de menos algo de orden, de disciplina. A Mourinho no le tiembla el pulso, nadie le planta cara. Entrar en una guerra de dialéctica con él, es perder. Domina de una manera muy inteligente el fútbol. Sabe desviar la atención del campo, y ¿para qué periodista no es jugosa una explosiva declaración del mediático entrenador del Real Madrid Club de Fútbol? Claro que no siempre es buen momento para hacer declaraciones, pero por eso el elige esos momentos a la perfección: crisis, derrotas, victorias ajustadas o penosos empates… Sabe sacar de cada uno de sus jugadores lo mejor, alternando mano dura y mimos. Siempre comentó como desafiar a Drogba, recriminándole que no le marca un gol ni a su abuela, era asegurarse un Hat-Trick del Marfileño a la siguiente jornada, pero que con otros jugadores hay que saber tener toque. Sus comentarios polémicos, muchas veces antipáticos, sus desplantes a la prensa, sus respuestas cortantes y sus fríos y calculados engaños a ciertos medios, no dejan indiferente a nadie. Colegas de profesión, no busquen la noticia en el campo, nunca. Todo se mueve en torno a Mou. El control del equipo está en los banquillos, y sinceramente, nunca creí que pudiera llegar a ser así con Florentino en el palco, pero es que desde hace años, al fin se toma una decisión acertada en las oficinas del Bernabeu. Su juego no es el del Barcelona, es cierto, pero este Madrid, ha ganado en táctica, jugadas a balón parado en defensa, coberturas, repliegues defensivos, apoyos en el marcaje, y sobre todo, sacrificio y amor por el equipo y los compañeros, y un capitán que sepa guiar el barco y tapar rápidamente, cualquier hueco por el que pueda entrar agua. Los equipos no se hacen en un día, ni dos, ni en un año. España es un país en el que cualquier mínimo detalle, puede dilapidar al entrenador más laureado. Pero por una vez, estoy seguro que hay que dar confianza a alguien… y ese alguien no es otro que Mourinho. Creo que se merece toda esta cobertura informativa ¿no?.

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