Parece que la locura se ha apoderado de todos nosotros. ¿Qué es lo que está pasando en el Real Madrid? A cada día que pasa las noticias son más inquietantes y dolorosas, y es que Sergio Ramos, segundo capitán, el mejor central del mundo, héroe de la 'Décima', sucesor al trono de Fernando Hierro, madridista confeso, y probablemente uno de los tres mejores centrales en la historia de España, está en el ojo del huracán siendo devorado por la marabunta voraz a la que llaman mass media.
Lo cierto es que no me animo a hacer una predicción o un análisis profundo de lo que puede estar pasando por la cabeza de Sergio Ramos, pero si yo fuera él no podría evitar pensar lo desagradecida, hipócrita y olvidadiza que es la gente. Que un hombre, un futbolista que ha dado tanto, y sigue dando, esté siendo acusado de pesetero, falso merengón, interesado y manipulador me parece un insulto al escudo madridista. Como si el camero no se hubiera ganado ya el derecho a tener un cheque en blanco sobre la mesa para renovar por el Madrid...
Más allá del sentimentalismo que pueda causar en cada uno de nosotros este tema, están las posibles consecuencias deportivas, y es que, siendo sinceros, la salida de Ramos podría provocar una auténtica hecatombe. No creo que todo aquel que piense que la pérdida de Ramos es equiparable a la de Özil, Higuaín o Xabi Alonso, esté dándose cuenta del tremendo error que el Madrid podría cometer si Sergio acaba saliendo del Madrid. Podríamos estar hablando de un auténtico retroceso a la época de Del Bosque, Hierro y Makelele. No sé si todavía hay alguien que recuerde la larga travesía que pasamos por el desierto tras perder a los auténticos estandartes de la penúltima época dorada del madridismo, y es que perder al de Camas podría ser el inicio del fin por todo lo que significa su figura, tanto dentro como fuera de los terrenos de juego.
Y lo peor de la situación es que este 'crac' no está llegando solo. Más preocupante que el hecho de que uno de tus capitanes esté en plena rampa de salida, es que a esta inesperada crisis se suma la que viene arrastrando el tema Casillas desde hace dos años. Y es que algo no anda bien si este mismo patrón no para de repetirse en la era Florentino. No puede ser que historia viva del madridismo no cuente con ningún tipo de privilegio sobre el resto de los futbolistas. Más allá de los egos, más allá del capital, más allá del orgullo... más allá de todo eso hay que saber distinguir a las leyendas, cuyos nombres quedarán grabados en la historia de este escudo, jugadores que merecen su propio pedestal en lo más alto del Santiago Bernabéu. No volvamos a cometer los mismos errores del pasado, demos importancia real a lo que de verdad la tiene. No convirtamos a Ramos en el nuevo Raúl, en el nuevo Guti. Honoremos a quien no ha parado de honrarnos a nosotros durante tantos y tantos años de lágrimas, alegrías, derrotas y éxitos. Hagámoslo por su madridismo, hagámoslo por el mejor central del mundo, hagámoslo... por el minuto 93.